Neurótico;
Sin entrar en definiciones científicas o académicas que podría herir a algunos catedráticos que se han dado la tarea de investigar profundamente como opera la neurosis en el sistema nervioso central, para el populacho, bachaqueros, la yubraska, la golda, yonkeiber, la gente de a pie, tu y yo...entendemos como neurótico a una persona obsesiva o nerviosa.
No existe una mejor definición de neurosis que la interpretación de Woody Allen en la cinta “ANNIE HALL” de 1977, donde se nos presente el drama de una pareja sórdida entre un comediante neoyorquino de 40 años neurótico, “Alvy Singer” y su compañera sentimental, “Annie Hall”, igual de neurótica. Tuve la buena fortuna de ver este clásico del séptimo arte hace unos días cuando el comandante del bigote nos regaló pal de días en semana santa, “que bello, que bonito, que bonito, que bello… “
Este post no pretende ser una crítica cinematográfica de un clásico, no es mi especialidad y obvio que no voy a realizar una crítica a un genio como “Woody Allen”, solo pretendo establecer la similitud de la vida y neurosis de “Alvy Singer” en las personas que conozco, incluyéndome. En mi trabajo conozco gente fascinante, la diversidad de personalidades que uno conoce es estimulante para mí, observarlos día a día y detallar sus comportamientos jocosos, erráticos, en fin propios del ser humano...esta es una de mis neurosis favoritas.
Hagamos un breve repaso de la fauna q existe en cualquier oficina del país. Tenemos el clásico “jodedor” que nos hace reír con sus ocurrencias e imitaciones en mi caso ese “jodedor” es un extraordinario comediante que no pasa de 25 años, lo interesante de este precoz woody allen y por lo cual admiro es que a su corta edad…descubrió el secreto mejor guardado de la vida: “El Sabe lo que quiere y sabe cómo llegar..:”, tenemos al clásico gruñón, de gran corazón, algo tacaño, pero que con solo una palabra de aliento puede darte lecciones de vida profundas, una de mis favoritas la que ODIA LAS GAITAS y todo lo que suene a navidad, una gran bailarina con una sensibilidad humana tremenda, otra de mis favoritas la guapa del salón que tiene en su armario no menos de 2500 pares de tacones y carteras, bondad y generosidad la definen. a veces un poco sarcástica en sus comentarios. La extranjera o importada, en nuestro caso es de otro estado del país de costumbres y palabras algo extrañas para nuestros oidos...con miedo extremo a ser atracada...
Oficina de neuróticos, ciudad de neuróticos, país de neuróticos, planeta de neuróticos, cada uno de nosotros tenemos nuestras pequeñas neurosis y obsesiones acerca de miles cosas, algunas superfluas otras más profundas y arraigadas en el alma del colectivo.
Y finalmente nos encontramos al favorito de todos los neuróticos "El you"...digo favorito porque soy yo quien escribe...coño pana, alguien me tiene que echar flores... con mis 41 años no he descubierto mi verdadera vocación, mi neurosis u obsesión más grande es "nunca ser uno más del montón" dejar una huella en cada persona que conozco. Las personas más interesantes que he conocido en la vida ni siquiera se plantearon en su vida que debían tener un propósito, simplemente viven o vivieron su vida de forma plena, entregando el todo por el todo, sin esperar recibir nada a cambio, eso es realmente hermoso. Ósea que si nunca descubro mi verdadera vocación podre estar tranquilo, ya que por lo menos me mantuve fiel a mi neurosis de nunca pero nunca ser uno mas del montón.
Sin entrar en definiciones científicas o académicas que podría herir a algunos catedráticos que se han dado la tarea de investigar profundamente como opera la neurosis en el sistema nervioso central, para el populacho, bachaqueros, la yubraska, la golda, yonkeiber, la gente de a pie, tu y yo...entendemos como neurótico a una persona obsesiva o nerviosa.
No existe una mejor definición de neurosis que la interpretación de Woody Allen en la cinta “ANNIE HALL” de 1977, donde se nos presente el drama de una pareja sórdida entre un comediante neoyorquino de 40 años neurótico, “Alvy Singer” y su compañera sentimental, “Annie Hall”, igual de neurótica. Tuve la buena fortuna de ver este clásico del séptimo arte hace unos días cuando el comandante del bigote nos regaló pal de días en semana santa, “que bello, que bonito, que bonito, que bello… “
Este post no pretende ser una crítica cinematográfica de un clásico, no es mi especialidad y obvio que no voy a realizar una crítica a un genio como “Woody Allen”, solo pretendo establecer la similitud de la vida y neurosis de “Alvy Singer” en las personas que conozco, incluyéndome. En mi trabajo conozco gente fascinante, la diversidad de personalidades que uno conoce es estimulante para mí, observarlos día a día y detallar sus comportamientos jocosos, erráticos, en fin propios del ser humano...esta es una de mis neurosis favoritas.
Hagamos un breve repaso de la fauna q existe en cualquier oficina del país. Tenemos el clásico “jodedor” que nos hace reír con sus ocurrencias e imitaciones en mi caso ese “jodedor” es un extraordinario comediante que no pasa de 25 años, lo interesante de este precoz woody allen y por lo cual admiro es que a su corta edad…descubrió el secreto mejor guardado de la vida: “El Sabe lo que quiere y sabe cómo llegar..:”, tenemos al clásico gruñón, de gran corazón, algo tacaño, pero que con solo una palabra de aliento puede darte lecciones de vida profundas, una de mis favoritas la que ODIA LAS GAITAS y todo lo que suene a navidad, una gran bailarina con una sensibilidad humana tremenda, otra de mis favoritas la guapa del salón que tiene en su armario no menos de 2500 pares de tacones y carteras, bondad y generosidad la definen. a veces un poco sarcástica en sus comentarios. La extranjera o importada, en nuestro caso es de otro estado del país de costumbres y palabras algo extrañas para nuestros oidos...con miedo extremo a ser atracada...
Oficina de neuróticos, ciudad de neuróticos, país de neuróticos, planeta de neuróticos, cada uno de nosotros tenemos nuestras pequeñas neurosis y obsesiones acerca de miles cosas, algunas superfluas otras más profundas y arraigadas en el alma del colectivo.
Y finalmente nos encontramos al favorito de todos los neuróticos "El you"...digo favorito porque soy yo quien escribe...coño pana, alguien me tiene que echar flores... con mis 41 años no he descubierto mi verdadera vocación, mi neurosis u obsesión más grande es "nunca ser uno más del montón" dejar una huella en cada persona que conozco. Las personas más interesantes que he conocido en la vida ni siquiera se plantearon en su vida que debían tener un propósito, simplemente viven o vivieron su vida de forma plena, entregando el todo por el todo, sin esperar recibir nada a cambio, eso es realmente hermoso. Ósea que si nunca descubro mi verdadera vocación podre estar tranquilo, ya que por lo menos me mantuve fiel a mi neurosis de nunca pero nunca ser uno mas del montón.
El you
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